La Fundación Filarmónica Casa de la Música es fruto de la unión de dos entidades culturales de gran prestigio en nuestra ciudad: la antigua Sociedad Filarmónica de Quito y la Fundación Casa de la Música Hans y Gi Neustaetter. La primera, durante más de medio siglo, desarrolló una intensa labor de difusión musical y educativa del más alto nivel. La última es obra de doña Gisella Neustaetter, cuyo altruista legado está plasmado en el espléndido edificio de la Casa de la Música, orgullo arquitectónico que adorna nuestra ciudad.
La participación entusiasta y desinteresada de nuestros directores y personal administrativo, así como la entrega generosa de nuestros miembros, patrocinadores y auspiciantes permiten a la institución - una fundación sin fines de lucro - llevar a cabo exitosamente sus actividades.
Durante los 19 años transcurridos desde que se inauguró su hermosa estructura, en la Casa de la Música se ha llevado a cabo un trabajo incansable de promoción y fomento del arte musical a través de múltiples actividades que han recibido el aplauso y reconocimiento del público que nos honra con su presencia. En la sala principal se han presentado conciertos de grandes artistas nacionales y extranjeros como Gidon Kremer y su Kremerata Baltica, I Solisti Veneti con Claudio Scimone, la Camerata Bariloche, el Ensemble de Cámara de St. Martin in the Fields, Joshua Bell, la Lucerne Festival Strings Orchestra dirigida por Achim Fiedler, la Orquesta de Cámara de Berlín, Ilya Gringolts, Philip Glass y la Orquesta de las Américas, Daniel Barenboim y su orquesta West-Eastern Divan, el Cuarteto de Cuerdas Emerson, la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo, Mischa Maisky y Sergio Tiempo, por mencionar algunos de ellos. Estos conciertos internacionales forman parte de los diferentes espacios musicales de la institución, que incluyen la Serie de Celebridades y el Ciclo de Compositores Ecuatorianos, los populares Domingos Familiares y las presentaciones mensuales de las orquestas sinfónicas locales.
La Casa de la Música cuenta también con una sala pequeña en la que se presentan recitales, conferencias, clases magistrales, los programas mensuales llamados Amigos de la Ópera (que consisten en una proyección en video de las óperas más famosas desde los mejores escenarios del mundo) a más de otras actividades, muchas de las cuales dedicadas principalmente a promocionar a talentosos músicos ecuatorianos.
Muchos proyectos se encuentran en estudio para ampliar aún más la entrega cultural que realiza la Fundación.
HANS Y GI NEUSTAETTER
Hans y Gisella (“Gi”) Neustaetter nacieron en Munich en el seno de una familia judía. Dejaron las comodidades que tenían en Alemania y viajaron a París en 1935 para salvar sus vidas del régimen nazi que cada día cobraba más fuerza en Europa. Se casaron ese mismo año en París y, siguiendo el consejo de un amigo que había visitado el Ecuador, decidieron venir a este país y establecer su residencia permanente en Quito, ciudad que amaron desde el primer momento.
Con escasos recursos económicos y pocos conocimientos del idioma español, Gi – sin ninguna experiencia previa – empezó a confeccionar elegantes sombreros para damas. Pronto su iniciativa la condujo a abrir la renombrada boutique “Para Ti” que inmediatamente se convirtió en un referente de la moda en Quito. Gi hacía finas prendas de vestir y organizó el primer desfile de modas en esta ciudad.
Hans Neustaetter fue un exitoso empresario. Fundó importantes empresas en el Ecuador: Siderúrgica Ecuatoriana, Acero Comercial Ecuatoriana, Industria Acero de los Andes y el Banco de Los Andes, entre otras.
Los logros de los esposos Neustaetter no se limitaron a aspectos económicos. Durante toda su vida apoyaron muchas causas nobles y ayudaron a los necesitados. Construyeron puentes en regiones periféricas, brindaron asistencia médica a hospitales y hospicios y mejoraron las condiciones de vida en las cárceles.
Hans y Gi eran apasionados por la música, el arte y la educación. No tuvieron hijos y decidieron agradecer al Ecuador que los acogió con tanto amor otorgando becas a estudiantes ecuatorianos para que continúen sus estudios superiores en Alemania, construyeron el coliseo del Colegio Albert Einstein, y ayudaron con mano generosa al desarrollo de la actividad musical en Quito, especialmente con asistencia económica a la Orquesta Sinfónica Nacional.
Hans falleció en 1993 y Gi continuó llevando a cabo su sueño. A pesar de su avanzada edad, comenzó la construcción de tres grandes obras para Quito: El Ancianato Feliz Hogar, el orquidiario en el Jardín Botánico, y la monumental Casa de la Música construida en las faldas del volcán Pichincha.
Como reconocimiento a su apoyo a la cultura ecuatoriana, Gi Neustaetter recibió la condecoración “Monseñor Leonidas Proaño” en 1997 y el “Gran Collar Rumiñahui” otorgado post mortem por el Ilustre Municipio del Distrito Metropolitano de Quito en 2004.
Gi Neustaetter falleció en mayo de 2004, muy poco antes de que culmine la construcción de la Casa de la Música.
LEGADO
Difundir, interesar, educar y apreciar la música manteniendo altos niveles de calidad.
Dar un espacio a los músicos y agrupaciones musicales del país y del extranjero para desarrollar un ambiente musical de calidad.
Promover actividades y espacios que eduquen y formen nuevos oyentes.
Motivar en los niños y jóvenes el deseo de desarrollarse musicalmente.